El Ayuntamiento de Monzón atenta contra los plataneros y se salta el PGOU con la poda de los mismos.

Ayer por la tarde noche, cuando llegué de la Asamblea Federal de IU, me encuentro con que lo que ya se atisbaba el miércoles 12. Que el Ayuntamiento de Monzón ha consumado una poda salvaje, inapropiada y a mi juicio fuera de lo autorizado por el PGOU y fuera de criterios técnicos en unos árboles centenarios, dos de los cuales están catalogados en el PGOU.

El Artículo 130.3 del PGOU de Monzón, artículo en el que como responsable de Medio Ambiente participé directamente nos dice que " El PGOU incorpora el “Catálogo de árboles singulares del Término Municipal de Monzón”, redactado por la
Concejalía de Medio Ambiente (autor D. José Damián Moreno Rodríguez).
Queda prohibido el arranque, la tala, el corte y cualquier clase de daños a los árboles catalogados o declarados como “singulares” por el PGOU o cualquier otra disposición normativa de la Administración
Territorial con capacidad legal para disponerla.

Cierto es que el PGOU, en cuestiones patrimoniales, es cada día más prescindible por los responsables de nuestra administración municipal en general y de las concejalías gestionadas por Javier Vilarrubí. Prueba de ello es que se realizara un mural con graffiti en la zona casco histórico de la ciudad, donde hay una carta de colores específica para pintar las fachadas. Lo de ahora con estos árboles es más de lo mismo, pues estos árboles centenarios forman parte de nuestro rico patrimonio, en este caso natural. Además, los hechos afectan de manera importante a seres vivos, por lo que las actuaciones sobre ellos, son de mucha trascendencia. El Ayuntamiento ha explicado que esta poda se ha realizado como consecuencia de que hay una plaga de estorninos, que no es nueva, pero la realidad es se ha hecho por el cortedad de miras de pensar en ahorrarse unos euros en una plaga que seguirá. Ciertamente no lo hará en esos árboles, pues como dijo Bush, nada mejor que acabar con los árboles, para evitar lo incendios y será imposible que ahí se posen para pernoctar estorninos, gorriones o lo que sea, pero lo que no se podrá parar es que estos pájaros se desplacen a otros lugares donde no se ha actuado, como pueda ser el pinar de "Casa pardina", el polígono industrial "Paules", los pinos tras el edificio de los sindicatos u otras zonas de la ciudad. Si el Ayuntamiento quería evitar esta plaga, es mejor contratar los servicios que ya se implantaron en su día desde la concejalía que gestioné y que combinaban cetrería, sonidos y pirotecnia y que se mostraron muy eficaces sin daño alguno al arbolado. Servicios que ciertamente eran más caros, pero tenían dos ventajas fundamentales. La primera que no eran agresivos con nuestros árboles y la segunda que actuaban eficazmente en la totalidad de la ciudad.

Los técnicos en la materia lo tienen claro y saben que en un árbol normal, lo que hay que hacer es quitar las ramas que están secas o enfermas y, prácticamente dejarle expresarse de forma normal. Es lo que se ha hecho hasta la fecha con los plataneros que nos ocupan y que no molestan con su crecimiento a nadie. Los cortes y más si son excesivos como en estos casos, lo único que hacen son unas heridas muy grandes por las que entran virus y hongos y al cabo del tiempo, podrán dar árboles podridos que al primer viento podrán perder ramas o se caerá a la vía pública.

Igualmente los técnicos en esta materia consideran que salvo en la fruticultura, por un mero interés económico, el árbol no requiere poda, pues lleva millones de años evolucionando sin nosotros y se defienden solos. Las podas realizadas en las calles, se hacen porque hay árboles plantados en lugares inapropiados y con su crecimiento natural invaden espacios privados. Las podas equivocadas como han sido las realizadas de estos plataneros provocarán crecimientos extraños, descompensados, y árboles que se vuelven débiles, pues un árbol desprovisto de ramas y hojas agota sus energías haciendo brotes vigorosos y rectos a los que les afectan plagas de insectos, en un intento desesperado y costoso de crear hojas a toda velocidad para no morir, por lo que sin duda, el árbol mal podado pierde esperanza de vida y en el caso que nos ocupa, perderemos nuestro patrimonio natural.