EL PP Y SU CONTRADICCIONES ECONÓMICAS

Llevamos más seis meses del nuevo Gobierno de Aragón para hacer un balance de lo que van siendo las políticas económicas del Gobierno de PP y PAR en Aragón. Un gobierno que en materia económica ha renunciado a tener política, es decir, ha decidido dar una vuelta de tuerca mayor a la política del PSOE, esa política basada en contentar a los mercados, esos que se están especializando en arruinar economías y estados enteros, a la par que colocan al frente del Banco Central Europeo, Grecia o Italia, a presidentes que han trabajado y trabajan para ellos.

El PP nos dice en las Cortes por activa y por pasiva, que su modelo es el liberalismo, que hay que controlar la economía, pero no intervenir en ella. Mientras nos los dice, interviene directamente en la economía aportando suculentas cantidades de dinero en proyectos empresariales de dudoso interés para salir de la crisis, como el Aerodrómo de Caudé, Motorland, Aramón o se niega a rechazar Gran Scala, cuyo protocolo obliga a poner cantidades de dinero ni siquiera calculadas en infraestructuras en beneficio de la iniciativa privada. El PP nos dice igualmente por activa y por pasiva que no hay que subir los impuestos, aunque Rajoy haga lo contrario, porque el dinero debe estar en el bolsillo de los ciudadanos para que consuman y puedan salir de la crisis y mientras nos dice eso, congela el salario de funcionarios, pide moderaciones y bajadas salariales a los trabajadores y pretende abaratar el despido, lo que sin duda afecta en mayor medida al bolsillo del trabajador que los impuestos. Y lo hace con un argumento falaz. La recaudación. Para el PP los impuestos deben ser eso, una manera de recaudar, mientras que los impuestos no son sólo eso, son una herramienta para hacer justicia social y redistribuir la riqueza, algo que desde luego el PP no quiere en modo alguno y por ello, solo relaciona impuestos con recaudación, no con redistribución de la riqueza.

Otros de los argumentos escuchados en las Cortes estos seis meses son sobre la deuda y el sector público. Dicen que el sector público no genera empleo y que la deuda como el agua es necesaria, pero hasta un tope. Pues bien, el PP hace trampas también con esto, pues mientras no endeuda el Gobierno, endeuda empresas públicas como Suelo y Vivienda que hoy están generando empleo construyendo un colegio que acabándolo este año, lo acabará cobrando dentro de tres, adelantando un dinero que le va bien para justificar que no se endeuda como Gobierno, pero que en realidad lo hace por otro lado. Lado que le vendrá bien para justificar la ineficacia del sector público y acabar con empresas que como Suelo y Vivienda pueden, si son bien dirigidas, hacer un servicio público y generar empleo.

Cuando todas estas y alguna más de estas contradicciones las hemos puestos encima del atril del Parlamento, ellos se defienden atacando para ocultar la realidad de su política económica y de su modelo, que no es otro que el que el que le dejen tener quienes controlan la economía mundial, esos a los que llaman mercados, que les son muy cercanos en lo ideológico y que como no, tienen nombre y apellidos.