Pinturas del Jaraba (7000 años de antigüedad)
Si hiciéramos una encuesta entre los aragoneses y les preguntáramos por cuál es el principal problema que tiene el patrimonio aragonés, sin duda la mayoría de los encuestados dirían que es la devolución de los Bienes de la Franja. Y es que en los últimos años se han escrito y escuchado tantas cosas en torno a ellos por nuestros dirigentes políticos (PSOE-PAR) y por el principal partido de la oposición, hoy en el gobierno (PP), que han hecho que la gente se olvide de lo que tenemos, que es bastante y no está, ni mucho menos, en las mejores condiciones. No seré yo el que diga que los Bienes no deben ser devueltos, aunque entiendo que, a estas alturas de la película, debe ser la Justicia española y no la Divina la que se aplique, pues ha quedado bien claro que ni el séptimo mandamiento ni las resoluciones del Vaticano son de aplicación para la Iglesia catalana. Resuélvase pues el problema por la vía jurídica interna, que bastante bochornoso es que dentro del Estado español se pueda aplicar la Justicia de otro Estado, poco democrático por cierto, como es el del Vaticano. Y mientras pongámonos a trabajar en lo que tenemos para evitar hechos tan tristes como el sucedido en Canfranc este pasado fin de semana, donde varios vagones antiguos ardieron como consecuencia de la desidia por la defensa de este Patrimonio. Y es que esto es una muestra más de lo que día a día vamos perdiendo. Desde el castillo de Monzón, cerrado una temporada este verano, al de Montearagón, la cueva de Chaves o las pinturas del jaraba, pasando por templos, puentes, aljibes, etc, hasta llegar al último vagón de tren incendiado en Canfranc, ven como, mientras nuestros gobernantes aragoneses de distinto signo se les llena la boca de la defensa del patrimonio en Cataluña, se vacían los presupuestos en sus Departamentos dejando el Patrimonio a su suerte, mientras se deteriora a pasos agigantados esperando las inversiones, ya sea de sus legítimos dueños como marca la Ley o de las Administraciones públicas que deben velar finalmente por el cumplimiento de la misma
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