domingo, 10 de agosto de 2008

EL EBRO NAVEGABLE. UN DESPROPÓSITO

Una de las grandes apuestas del pasado y actual equipo de gobierno socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza, fue hacer del río Ebro un lugar más urbano y “más integrado” en la ciudad de Zaragoza. Dentro de esta gran apuesta, hay dos patas, de un lado la Expo, que ha realizado fuertes actuaciones en el entorno del río y de otro lo que recientemente nos han vendido numerosos medios de comunicación, hacer el río navegable. Todo el mundo debe saber que la dinámica propia del tramo en el que el Ebro discurre por Zaragoza impide de forma natural que sea navegable de una forma estable, pero eso no importa, porque se podía hacer lo que se hecho. En primer lugar se ha impuesto la construcción de un azud, y como no era suficiente, continuaron el desarrollo del proyecto rebajando la solera del puente de Piedra, que tampoco permitió la navegación y, todo ello, acompañado con el continuo dragado del río, una actividad que supone un atentado ecológico y es insostenible puesto que altera de forma grave el régimen fluvial en su tramo urbano, produce afecciones en su capa freática y supone un coste social y económico inaceptable”.

Para nosotros, el proyecto es absurdo y bárbaro porque consiste en amoldar el río a los barcos y eso es todo un despropósito sin entrar a hablar sobre lo que el señor Belloch dijo de los barquitos, que serían ecológicos, con placas solares incluidas. Pues bien, nos hemos encontrado con que los barcos tendrán motores fuera borda y que el Ayuntamiento tendrá que compensar económicamente a la empresa adjudicataria del servicio naútico (Turismo Ebro Fluvial), por pérdidas económicas ocasionadas por los retrasos. Todo un modelo de gestión de los recursos económicos y medioambientales impropio, en medio de una exposición internacional que habla del agua y el desarrollo sostenible.

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